Errores críticos en la construcción: cómo evitarlos antes de que sea demasiado tarde

Las fallas estructurales y los defectos de construcción no solo generan sobrecostos, sino que también ponen en riesgo la seguridad de las personas. Conoce los errores en obra más comunes y aprende a prevenirlos desde la planificación hasta los acabados.
En la industria de la construcción, los errores críticos pueden convertirse en problemas costosos y peligrosos si no se identifican y corrigen a tiempo. Las fallas estructurales, los errores en obra y los defectos de construcción son más frecuentes de lo que se piensa, especialmente cuando no se sigue un control riguroso en cada fase del proyecto. Prevenir estos errores no solo mejora la calidad final de la edificación, sino que también protege la inversión y, sobre todo, la vida de quienes utilizarán la infraestructura.
Uno de los puntos más sensibles es la cimentación, donde errores como una mala compactación del terreno o el uso inadecuado de materiales pueden desencadenar asentamientos diferenciales. Estos problemas, a menudo invisibles al principio, terminan manifestándose como grietas, inclinaciones o incluso colapsos. La prevención pasa por estudios de suelo precisos, un diseño estructural adecuado y una ejecución cuidadosa.
En cuanto a la estructura, las fallas estructurales suelen originarse por una deficiente supervisión técnica o el uso de materiales de baja calidad. El mal dimensionamiento de vigas y columnas, así como errores en el armado del acero, comprometen la estabilidad de la edificación. Aquí, la clave es contar con un equipo técnico competente y aplicar protocolos de control de calidad durante toda la obra.
Los acabados también pueden sufrir defectos de construcción, desde revestimientos que se desprenden hasta filtraciones por una impermeabilización mal ejecutada. Aunque estos problemas no siempre afectan la seguridad estructural, sí inciden en la durabilidad y apariencia del proyecto. La solución está en seguir las especificaciones del diseño, capacitar al personal y realizar pruebas de calidad antes de la entrega.
Finalmente, la planificación deficiente es la raíz de muchos errores en obra. Una mala coordinación entre disciplinas, cronogramas irreales o falta de documentación técnica clara puede generar interferencias, demoras y reprocesos. Adoptar metodologías como BIM, mantener una comunicación fluida entre los equipos y realizar revisiones periódicas del proyecto ayuda a anticipar y resolver estos conflictos antes de que se traduzcan en fallas físicas.
Fuente: Constructivo